La piel nace en la seguridad de no tener dueño, en el parto distante que trae al mundo el sueño de la tierra.
No entiende de precio, de subyugación, de consentimiento a la fuerza. No quiere ser nombrada, ser juzgada.
No ha venido a ser vetada, a sentirse culpable por ser piel, a ser devorada por la cobardía.
La piel conoce su lugar, entiende sus raíces.
#NoEsNo