Conjugar los verbos hasta la indefinición de los plurales; en un vértice descuidado en el que engullir el exceso, la decadencia, la desidia.
Recuerdo mis dedos, tomando una cuerda seca y vieja de sol. En ese sonido de tensión. Tergiversando la posibilidad hasta hacerla posible.
Madejas, memorias, histograma, tomografías, serendipias.
Común denominador, resultados divididos por la sal y este sotavento que parte la deriva calculada de mis manos. Emerger, brotar insatisfecho.
Un mar de surcos. Oleaje terroso que barre la piel de los dedos y, de nuevo, ese sol que cuartea la humedad que navega mi superficie de pecas y paradigmas.
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Conjugar los verbos hasta la indefinición de los plurales; en un vértice descuidado en el que engullir el exceso, la decadencia, la desidia. Recuerdo mis dedos, tomando una cuerda seca y vieja de sol. En ese sonido de tensión. Tergiversando la posibilidad hasta hacerla posible. Madejas, memorias, histograma, tomografías, serendipias. Común denominador, resultados divididos por la sal y este sotavento que parte la deriva calculada de mis manos. Emerger, brotar insatisfecho. Un mar de surcos. Oleaje terroso que barre la piel de los dedos y, de nuevo, ese sol que cuartea la humedad que navega mi superficie de pecas y paradigmas. • • Fotografía: Plurales . Proyecto: Raíces. Ausente: @patriciamedina_actriz • • www.eldeliriodelosausentes.com
A post shared by Dani Becerra (@eldeliriodelosausentes) on Jun 6, 2020 at 3:30pm PDT