El corazón del mundo

Has devuelto el corazón al mundo, dotándonos de nuevos sueños, nuevas montañas inexploradas que recorrer; todo un reencuentro con la tierra que nos vio nacer y los mares que nos invitaban a nuestro particular viaje al otro lado de la piel.

En este camino no hay lugar para embarcaciones escoradas. Desde mis venas, me crece el cosmos que alberga tus manos hijo mío. Mi corazón es un latido en expansión, vibraciones que sostienen la sed de mi atlas.

Versos a Asiel, tercera parte.

 

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