Me gusta que llegue la noche. Con su otra versión de la vida, con sus opiniones cambiantes. Las voces de su silencio. La cabeza del revés. La intención hecha añicos, el viaje a ninguna parte. Me gusta tu confusión, tu esperanza de día, tu vuelo varado, el sonido como baliza. Imagina la vida de tu día, sino naciera en las divagaciones de la luna. Me gusta sentir que mi noche me llena de luces, que me besa en el silencio de vuestro corazón.