Descanso en la proporción áurea que trazan tus pechos. En el rumbo sereno que busca la osamenta de tus mares.
Manos que verdean el origen de mi tierra. Laderas que vierten su entrega a cambio de noche.
Cuando se cierra la luz. Cuando se esparce un manto de astros. En ese lugar se abre la piel.
Sólo puedo olerte. Me miras. Sólo puedo olerte. Me sueñas. Sólo puedo olerte.
No puedo entender la intención que abarca este silencio. No sé cuánto llevamos. ¿Imaginas qué sería del tiempo si no estuviésemos aquí?