Y navegábamos en corriente suspendida,
con el interminable deseo
de sobrevivirnos a nosotros mismos.
En sueño de cielos,
nuestras panzas mugían en surcos de soles,
haciendo de nuestra respiración
el credo hacia una Osa Mayor.
Y navegábamos en corriente suspendida,
con el interminable deseo
de sobrevivirnos a nosotros mismos.
En sueño de cielos,
nuestras panzas mugían en surcos de soles,
haciendo de nuestra respiración
el credo hacia una Osa Mayor.